sábado, 26 de octubre de 2013

Cómo cambia la vida...

Cómo cambia la vida. Pasas de encontrarte sumido en el lugar más oscuro del planeta, donde no ves la luz para salir de él y donde tus aspiraciones, inquietudes e ilusiones se van apagando, como lo hace una vela cuando ya no tiene oxígeno, a de repente encontrar a alguien que cree en tí, apuesta por tí y te da esa oportunidad que has estado tanto tiempo buscando y luchando por conseguirla.

Esto mismo es lo que me ha pasado a mí en este año que he estado ausente en este blog. Hoy no voy a escribir sobre nada de medio ambiente, hoy simplemente quiero contar cómo me ha cambiado la vida en todo este tiempo y para aquellos que me leen y se encuentren en la misma situación en la que yo me encontraba hace un año, hacerles ver que siempre hay un lugar para la esperanza y que tarde o temprano, si luchas con todas tus fuerzas por lograr algo, ese sueño se cumplirá.

Dejando aparte mi currículum académico, que no voy a entrar ahora en detalle, quienes me conocen saben que siempre he tenido un profundo afán de superación. Siempre las cosas se podían hacer mejor, nunca me conformaba con llegar a una meta, tras esta meta siempre habría otra mayor y prácticamente esta ha sido mi manera de afrontar mi vida académica desde que era bien pequeñita. A veces demasiado dura conmigo misma pero creo que la mejor manera de superarse a sí mismo es establenciendo metas y comprobar por tí mismo hasta donde eres capaz de llegar.

Por desgracia, tras finalizar mis estudios de universidad aterricé en un mercado laboral que estaba empezando a sumirse en una profunda crisis económica de la que aún no se ha podido salir. Recuerdo en el discurso de graduación que yo misma expresé que lo duro llegaría una vez que abandonáramos los pasillos de la universidad, pero sinceramente jamás creí que llegara a ser de esa manera.

Como has terminado y no encuentras posibles salidas decides hacer un máster. Te ofertan prácticas en empresas en el máster y qué sorpresa cuando descubres que ni siquiera a las empresas les interesa contratar becarios. Ahí es cuando empiezas a darte cuenta que la cosa está francamente mal.
El inglés, esa asignatura pendiente de muchos españoles (si no que se lo digan a Ana Botella), si quieres sobresalir ante tus competidores necesitas hablarlo bien, al menos con una cierta fluidez. Pues nada, si es así habrá que irse a algún país de habla inglesa, la mejor manera de aprender el idioma. Eso fue lo que hice y acabé trabajando de Au pair, ahí te ves, con carrera, máster y limpiando una casa a la vez que cuidas a un niño con un "sueldo" que no te llega ni para el transporte y cómo no, con tus padres mandando dinero para que puedas ir a una academia de inglés y otros gastos que con tu "pocket money" eres incapaz de afrontar.

Tras todo esto, piensas que seguramente algún empresario se fija en todo el esfuerzo que has estado haciendo y te da una oportunidad en su empresa. Da igual lo que te paguen, es más, estás dispuesta incluso a trabajar sin que te den un euro, porque claro, lo que quieres es ganar experiencia y tú tienes claro que para subir, has de estar abajo durante un tiempo.

Qué sorpresa cuando te recorres ciudades de cabo a rabo entregando currículums en mano, cuando te organizas una lista de empresas a las que vas a enviar tu currículum, con sus cartas de presentación incluidas, tratando de buscar información en cada una de las empresas y expresarle por qué estás dispuesto a trabajar con ellos, incluso hasta el punto de ofrecerte a aceptar un trabajo no remunerado con tal de que te den la oportunidad de "meter cabeza" en algún lado y ni aún así una mínima respuesta de agradecimiento por el interés mostrado, por no hablar de ninguna entrevista realizada.

Empiezas a verlo complicado, pero te dices que tantos años dedicados a formarte y conseguir tu sueño no los vas a tirar por la borda, y sigues intenándolo. Cursos, más idiomas, voluntariado... de todo, con tal de engordar más y más tu currículum. Te inscribes en un programa de prácticas europeo, con la idea de que es imposible que te seleccionen porque hay miles de candidatos y siempre pueden tener un mejor currículum que el tuyo y sin embargo, te equivocas.

Recibo una llamada del programa de movilidad europeo donde me dicen que una empresa de Reino Unido se ha interesado en tí. EN TÍ. Al principio no sabes si creértelo, piensas que se han podido equivocar, con la de currículums que has entregado ya te haces a la idea de esperar el NO y cuando ves que es un SÍ ni te lo crees. Como es obvio acepto la propuesta y allí me presento, otra vez en Inglaterra donde parece que ya por fin se empiezan a alinear los astros de tu vida.

Durante este tiempo tuve la oportunidad de trabajar en una consultora ambiental (lo que siempre había querido) donde aprendí muchísimo sobre técnicas de muestreo, especies de plantas y sobre todo avancé muchísimo en el inglés.

Sin embargo, tu tierra siempre te tira y decidí volver. Lo seguí intentando, a la vez que me formé en otra asignatura pendiente: los Sistemas de Información Geográficos. Tras varios meses dándolo todo por conseguir una oportunidad en mi país de nuevo me volví a dar de bruces. Estaba claro que mi futuro no estaba allí, me estaban obligando a buscarme la vida fuera de mi país, me estaban echando.

Decidí centrarme en otras empresas de medio ambiente, esta vez en Inglaterra. Mi debilidad era el inglés, sé que era difícil entrar en una empresa si no eras nativo, y yo, aunque nunca se me ha dado mal el inglés, estaba a años luz de poder tener un inglés completamente fluido, al fin y al cabo había estado muy poco tiempo en este país (oí decir una vez que para empezar a ser fluido tenías que llevar mínimo dos años en el país y a mí aún me quedaban bastantes meses para llegar a eso). Pero yo lo intenté, envié mis currículums y con ellos mis esperanzas de poder encontrar un futuro. Recibí muchos "sorry I regret to inform you..." (que por cierto debo decir que ahí está la diferencia con mi querida España, tan amable y educada. Mientras aquí casi todas las empresas a las que mandé el currículum me respondían aunque sea para agradecerme el interés mostrado, en España lo que recibí fue todo lo contrario: ni siquiera un email diciendo lo hemos recibido... en fin...). Y contra todo pronóstico un día recibí el SÍ.

Ni me lo podía creer, una empresa que estaba interesada en ofrecerme un contrato como técnico de SIG. Cuando llegué a la entrevista todo fue rápido y bastante fácil, para ser mi primera entrevista. Se les veía impresionados con mi currículum, sabían que tenía diferentes destrezas que podrían sacar partido y decidieron contratarme. Me dieron esa ansiada oprtunidad que tantos años había estado esperando, no importaba que no fuera nativa, entendía a la gente y se me entendía, y el inglés ya lo dominaría con los años. Lo importante es que iban buscando varias habilidades, había varios proyectos a desarrollar en la empresa, y habían encontrado en una persona alguien que reunía esas cualidades (ahí me di cuenta que tanto dinero gastado en formación había merecido la pena).

Así que aquí estoy, en Londres, en una consultora ambiental realizando varias tareas, mapas ecológicos con los SIG, implantación de un Sistema de Calidad y un Sistema de Gestión de Proyectos. Digamos que soy como uno de esos productos de limpieza "todo en uno".
Aquí tienes unas buenas condiciones de trabajo, te tratan como lo que eres, una persona, intentando adaptarse a tus necesidades y te valoran por tu trabajo.

Sé que muchos como yo ya han expresado este malestar anteriormente. Nos sentimos expulsados de un país y de un sistema al que le importa un carajo el trabajador y luchador. Se valora más al que llega alto a base de trampas que al que intenta llegar alto a base de trabajo y constancia.
Cuando llegué aquí decidí no ver las noticias. Me avergüenzo de mi país. Y lo digo bien alto: VERGÜENZA. Me da asco ver a Bárcenas y toda esa cúpula asquerosa del PP, los "luchadores" de los sindicatos y el escándalo de los ERE, los otros, la oposición, los perfectos ahora y que no hicieron nada cuando el país se iba a pique, Julián Muñoz, Pantojita y los cientos de alcaldes y funcionarios acusados de corrupción, banqueros, desahucios a la orden del día y despidos como el pan nuestro de cada día.

Gobernantes y responsables de todo esto: ¿A dónde estamos llegando? ¿No os dáis cuenta del estercolero en el que se está convirtiendo nuestro país? Quizás os interesa eso, mandar a gente preparada fuera para que los que se queden puedan ser manejados como marionetas, a vuestro antojo, y seguid llenándoos los bolsillos que ya vendrá otro y pondrá el parche, pero mientras tanto vosotros a vivir.

Aún tenemos la esperanza de volver, de poder trabajar en nuestro país, de vivir junto a nuestras familias y amigos, de disfrutar de nuestra comida y de nuestro clima. Por favor, no nos quitéis el único sueño que nos queda. Si nos robásteis la esperanza que por favor algún día nos sea devuelta.
Es lo único que pedimos. Por favor.




(Dedicado a todos los que un día tuvimos que cargar con maletas y empezar de cero en otro país. Sólo los que hemos pasado o estamos pasando por esta situación entendemos lo que se siente.
Siento este testamento, tenía ganas de contar esto hacía tiempo. Espero empezar pronto a escribir sobre los temas que me interesan, pero antes quería hacer una actualización sobre mi situación profesional. Y recordad que siempre hay esperanza)

1 comentario:

  1. No me ha resultado ningún "testamento", Lupe, solo has contado tu situación como ha sido realmente. Eres una luchadora, siempre lo has sido, y es una pena que gente tan válida como tú haya tenido que emigrar por culpa de la situación en que se encuentra nuestro país. Se puede decir más alto, pero no más claro. Un beso, preciosa, y a seguir luchando. Demuéstrales a la gentuza que nos gobierna todo lo que se están perdiendo.

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