lunes, 5 de mayo de 2014

Perivale Wood

Hola a todos los que andáis por ahí. Si es que aún queda alguien porque tras este largo parón en el que sentía que no tenía nada de relevancia que contar, al final he encontrado diversos temas que podrían servir como posts para mi blog.
En primer lugar os quería hablar de uno de los lugares que visité la semana pasada, Perivale Wood. Hacía mucho tiempo que no pisaba el campo. Desde que me vine definitivamente a Londres, hace ya un año de esto, no había encontrado el momento ni la compañía adecuada para ponerme las botas de campo y salir a patear un poquito. Sin embargo, hace un par de semanas me decidí a conocer a gente que tuviera los mismos intereses que yo y que le gustase salir al campo de vez en cuando y poder disfrutar de la paz que te da la naturaleza, alejada del ruído incesante del tráfico y del estrés de la gran ciudad. Es por ello que asistí a uno de los eventos organizados por grupos meetup, que es así como grupos de diversas temáticas donde gente que no se conoce de nada queda para realizar actividades en común. Quizás esto en España suene un poco friki, pero aquí es de lo más común y para los que tenemos que empezar de cero en una nueva ciudad viene ideal para socializar y conocer gente.
Pues bien, una de estas actividades consistía en vistar un bosque en el oeste de Londres que se encuentra cerrado durante todo el año con el fin de preservarlo y que únicamente abre al público una vez al año para que la gente pueda disfrutar de él.
Perivale Wood es un pequeño bosque centenario de unas 10 hectareas y cuya figura de protección es Reserva Natural Local. Su masa boscosa la consituyen robles que permiten la existencia de su principal foco de atracción: las campanillas, constituyendo auténticos mantos violetas que bañan el suelo de este pequeño relicto.
En concreto, las campanillas nativas o bluebells como se les llama aquí, en UK están protegidas. Las English bluebells (Hyacinthoides non-scripta) están seriamente amenazadas por la especie que se encuentra en la Península Ibérica (Hyacinthoides hispanica) que ha sido ampliamente utilizada aquí en jardinería por sus flores de mayor tamaño y donde se considera una especie invasora.
A continuación os muestro una serie de fotos (sin retocar) donde se puede admirar la gran belleza de este paisaje:








Las blanquitas que se ven en la penúltima imagen siguen siendo bluebells pero debido a una mutación genética no tienen ese color violeta.
Durante el paseo pudimos disfrutar de la belleza de otras imágenes como esta casita construida sobre el árbol y con la cual muchos de pequeños hemos soñado con tener una de ellas en el jardín:
O el sonido de polluelos de Herrerillo común (Blue tit) siendo alimentados por una incesante madre que iba y venía de una caja nido como la siguiente:




Por último, y dado que el paseo por Perivale Wood se nos había quedado un poco corto, unos cuantos con ganas de más, decidimos hacer un segundo paseo por Horsenden Hill desde donde se puede divisar la ciudad de Londres desde lo alto de una colina, unas vistas increíbles aunque en la foto no se aprecia la belleza del lugar:
Sin embargo, a pesar de ser un lugar tan bonito siempre hay cabida para que unos cuantos incivilizados se encarguen de dejar el lugar hecho un asco, como se puede observar en la siguiente foto:
Con esta foto-denuncia y el siguiente proverbio me despido, con ganas de escribir mi siguiente post y seguir compartiendo con vosotros el mundo verde que podemos encontrar en este fantástico país. Sed buenos y recordad:
"Cuando hayas cortado el último árbol, contaminado el último río y pescado el último pez, te darás cuenta de que el dinero no se puede comer"







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